lunes, junio 02, 2008

Enjoy the silence

Calma,mucha calma. Sin nadie pero lleno. Pesa más mi corazón que lo poco que necesito para una travesía definitiva. Muchas nubes que se confunden con las palomas de una plaza que ya me resulta familiar. Y otra vez el calor, mucho calor, desde los pies hasta el último centímetro de mi cuerpo. Primer muro. ¿Me estás entendiendo? Por fin solos, te lo debía. "Llévame al mar", digo. "Yo no lo huelo, será la costumbre", me cuenta al llegar. Pero yo sí. Y me llena tanto... Palabras, palabras y más palabras... No nos hemos cansado de hablar. Qué bien. ¿Y ahora? Ahora no. Ahora no quiero, pero no tengo más remedio. Y un placer no sustituye al otro, ni le sirve de precedente. Otra espalda. ¿Sólo? No, es mucho más... No pasa el tiempo. O sí. Y otra promesa. "Ya era hora de que conocieras mi casa". Y más palabras, tantas palabras... Había mucho que decir. Contigo sí que puedo, vamos a volver a divertirnos al ritmo de aquella época. Parece que no ha pasado el tiempo, ¿verdad? Y me gusta, me gusta mucho. Puedo gritar, contigo puedo gritar y así mi corazón no pesa tanto. Y luego, ufff, luego... Menos mal que hace sol. Y menos mal que al volver, todavía en el aire, me llevo otra sorpresa: una sonrisa, coge tu chaqueta y sonríeme. Dura poco, pero merece la pena. Qué bien, qué bien BCN.